La Cámara se enfrenta actualmente a una serie de desafíos que la ponen ante la oportunidad de ser líder y referente en materia de ética, integridad y competitividad. Por ello, es necesario adecuar las reglas que la rigen, a fin de conducir sus relaciones internas, las conductas de sus Empleados, Directivos, Delegaciones y las de los Asociados, para que sus vínculos institucionales y gubernamentales se desarrollen de forma transparente.
La ética en los negocios ya es un atributo empresarial decisivo para el buen desempeño de las empresas y su estatus reputacional ante la sociedad.
Conscientes de lo anterior, la Cámara se abocó a la tarea de definir los lineamientos que orienten el accionar de la misma y permitan una buena relación entre las partes que intervienen en el proceso constructivo.
Nuestro Código de Ética invita a nuestros Asociados a la adhesión y consciencia respecto de la conducta y comportamiento ético ejemplar que la comunidad espera. Asimismo, pretendemos colocar a disposición del sector y del país las premisas e iniciativas más actualizadas y alineadas a los estándares internacionales, que favorecen los principios de actuación de la Cámara y servirán de referencia para las empresas asociadas.